El maltrato puede adoptar diferentes formas: puede tratarse de u maltrato directo, con agresiones de tipo intimidatorio, que a su vez puede incluir un daño físico o verbal: o bien puede tratarse de formas de maltrato indirectas, como la exclusión social.
También podemos clasificar el maltrato como maligno y el no deliberado, los dos son igualmente perjudiciales porque la víctima se siente igualmente sometida y sin defensa.
Lo que es evidente es que las acciones intimidatorias suelen mantener un orden ascendente de dolor, pudiendo comenzar por un simple mote para ir pasando lentamente a otros actos más graves, incluso el aislamiento o la agresión física, lo que va acrecentando la sensación de indefensión de la persona acosada.
(Mundo Obrero)
viernes, 30 de mayo de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario