martes, 10 de junio de 2008


EL PUNTO DE ORIGEN DEL ACOSO ES EL REPARTO DESIGUAL DE LAS CARGAS DE TRABAJO


Existe una desigual distribución de las cargas de trabajo. Así mismo existen enormes diferencias en cuanto al trato que l@s jefes dispensan a sus subordinados, suelen existir grupos de privilegiad@s que cierran filas en torno al acosador.

Hay compañeros que asumen sobrecargas de trabajo y exceden su horario dando pie de este modo a comparaciones injustas. Quien no pasa por el aro es considerado un “vago”.

NO NOS OLVIDEMOS QUE LA FINALIDAD DEL ACOSO ES COLECTIVA


Debemos tener muy claro que el mobbing no es un acoso individual o personal, es un acoso a todos, hacia todo el colectivo. Se toma a la víctima como ejemplo de lo que les puede ocurrir al resto de trabajadores si no acatan las órdenes o no se muestran sumisos. Es por tanto un acoso ejemplarizante.

Por consiguiente, se hace necesaria por parte de los compañeros, una respuesta que debe ser inmediata, en el momento mismo en que tienen lugar los hechos de acoso o represión y que consiste no sólo en apoyar moralmente al compañero víctima del acoso sino que presente una postura clara y contundente de rechazo hacia esas prácticas, puesto que su silencio no les mantiene al margen del acoso sino que los convierte en cómplices indirectos de él.

Con esta actitud se pretende parar los pies al acosador, evitar que su comportamiento se engrandezca y no vea campo posible para continuar con esta conducta de modo que en adelante, aunque sea por temor, respete al trabajador y no se extralimite ni en sus formas ni en sus atribuciones.